domingo, 14 de octubre de 2012

Conciliación entre vida doméstica y profesional

Ámbito privado: crianza, actividades domésticas…
Ámbito público: trabajo, participación en la vida política, social.

Estas dos divisiones no se podrán realizar de manera perfecta, ya que la vida pública puede entremezclarse con la privada (se da una especie de simbiosis).

Además estos dos ámbitos no afectan únicamente a la pareja, sino que también repercuten a los hijos.

Algunos temas que debemos tratar en la orientación:


Vida familiar:
- Llevar a los niños al colegio (la organización de cómo llevan a los niños al cole, quién los
lleva, si cuentan con abuelos o no, o con vecinos, etc.)
- Llevar a los niños al médico (quién renuncia al tiempo de trabajo para acompañarlos).
- Cumplir con las tareas domésticas (a quién le toca recoger…).
- Horarios (a qué hora llegas a casa, es pronto, tarde…).
- Hobbies: tiempo de ocio.
- Tareas puntuales extra
- Tiempo personal (cuidado de uno mismo).
- ¿Existe una ayuda extra familiar, o no? (ej. podemos contar con la abuela o no…).

Vida laboral:
- Reuniones de trabajo.
- Llamadas telefónicas (ej. llamadas a partir de las 11 de la noche: deben
contestarse o no…).
- Tareas formativas extras.
- Horarios.
- Tareas puntuales extras (ej. reunión de compañeros de trabajo durante un día).

Este día a día puede ser crispante, y es tema de la Orientación familiar.

- Puede derivar en cansancio, estrés, malos entendidos…
- Trabajo intensivo (física o mentalmente) y extensivo (relacionado en
cuanto al tiempo, la jornada del día).

A la hora de compaginar vida familiar, social y profesional, existen tres realidades diferentes que pueden observarse en las parejas:

1. Solteros y casados sin hijos. La clave es cómo compatibilizamos la vida profesional con la familiar.
2. “Singles” con dependencia a su cargo. (ej. Soltería pero con cargo familiar). Pueden ser
personas separadas, divorciadas o viudas.
3. Casados con hijos y otros dependientes a su cargo.

Hay que mirar el caso de cada uno y que es lo que más compensa a cada uno.



Aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de conciliación:

•Es responsabilidad de la familia,y solamente de la familia. El estado es subsidiaro: puede dar una ayuda para que uno de los cónyuges trabaje, pero el cónyuge que la recibe debe administrarlo bien.
•Políticas de conciliación: dirigidas a todos los miembros.
•Las decisiones de la familia afectan a la sociedad. Lo que se decide en la familia influye en la sociedad.



No hay recetas mágicas



Pueden tener en cuenta, sin embargo, algunos mecanismos a la hora de hablar de conciliación:

1. Organización del tiempo de trabajo. Cómo entendemos el rol u organización de cónyuges:
-Hombres proveedores/mujeres amas de casa: ¿son responsabilidades diferenciales o diferenciadas?
-Percepción de las esferas de trabajo y familia como irreconciliable (mujeres frente al trabajo laboral: ej. 'si tengo tres hijos, no voy a seguir trabajando porque me quiero dedicar a ellos'. O bien, 'nunca voy a dejar de trabajar, ni aunque tenga diez hijos').

2. Organización de tiempo y de familia:
-Derecho a que los hijos compartan tiempo con sus padres, así como los padres con sus hijos. ¿Cómo nos organizamos?
-Nos podemos encontrar con personas dependientes (bebes, abuelos, etc.), y... ¿cómo nos organizaremos entonces?
-Retraso de la maternidad, dificultad en la escuela de educación infantil, etc.

Todos estos cambios provocan alteraciones en la organización familiar. Deberemos subsanarlos, y reorganizarnos.

3. Ahorro del tiempo de cuidado y apoyo a las labores domésticas:
-Permisos de maternidad/paternidad.

A la hora de la conciliación, deberemos analizar todas estas variables.

La clave es la voluntad (querer entenderse) y el esfuerzo. 

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