El crecimiento de los hijos hay que entenderlo como un distanciamiento de los progenitores. Distanciamiento físico, afectivo e, incluso, social (ya que se amplia el núcleo de relación con los hijos a medida que se van haciendo mayores).
A la vez que se produce ese distanciamiento, se debe mantener la cercanía entre las generaciones a través de una serie de criterios: del conocimiento de los hijos, de las aficiones y de las tendencias.
La clave para conocer a los hijos es pasar tiempo con ellos.
Cuando los hijos crecen, hay que respetar la distancia pero seguir recordando sus gustos, aficiones y tendencias, y reconocerlos.
Los padres tienen que saber adaptar el discurso a las normas de comportamiento respetando la tendencia. Existe un salto generacional entre padres e hijos, pero debe darse la comprensión por ambas partes.
El conocimiento de los hijos se transmite a través del QUÉ se dice, en primer lugar, y del CÓMO se dice, en segundo.
QUÉ: contenido del discurso. Hay que tener en cuenta que, ante un conflicto, las dificultades son normales en la vida cotidiana de la familia. Los padres tienen que intentar seguir haciendo en la relación lo que había funcionado hasta entonces, y dejar de hacer lo que no da resultado: buscar nuevas maneras de afrontar conflictos.
CÓMO: modo en el que se habla a los hijos. Podemos distinguir dos variables: 1) cariño, afecto; 2) control.
Cómo se dicen las cosas marca mucho la relación entre familias. Un tono hiriente puede destruir el mensaje. El manejo de los silencios transmite sentimientos concretos, lo mismo que los gestos, las miradas.
A través del "cómo" se guíe el mensaje a los hijos. Los padres han de adecuar el contenido y el modo de decir las cosas a las necesidades de los hijos en circunstancias diferentes.
En Educación se ha hablado mucho de la calidad del tiempo dedicado a los hijos. A este respecto, podemos decir que sin cantidad no hay calidad. Y vale más el día a día que intentar "poner tiritas" el fin de semana.
Puede resultar interesante la proyección de la película El club de los poetas muertos para verla en relación con lo que estamos diciendo.
Como disciplina,la OF se ocupa del estudio de los factores familiares que inciden en los procesos educativos. No se pretende publicar aquí ningún manual, sino, simplemente, introducirnos en el conocimiento teórico-práctico de los aspectos básicos que integran la intervención educativa en los contextos familiares, y facilitarnos la comprensión del papel educativo que desempeña la familia. La OF es, en esencia, una ayuda a los padres en la educación de sus hijos y en su propia mejora personal.
miércoles, 3 de octubre de 2012
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